La última generación de la Tomografía Axial Computerizada -TAC-, popular por su eficacia para detectar enfermedades en los vivos, se muestra ahora como una herramienta estrella para las prácticas forenses o diagnósticos post mortem. Así lo demuestra un trabajo realizado por varios expertos de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos.
Según estos especialistas, las imágenes tridimensionales proporcionadas por los TAC resultarían especialmente interesantes en caso de muerte violenta, como accidentes de tráfico o asesinatos. Las ventajas con respecto a las autopsias tradicionales, en las que se abre en canal al finado, son su rapidez -30 minutos frente a varias horas- y la limpieza, ya que al no ser un procedimiento invasivo no se destruyen pruebas esenciales para esclarecer el motivo del fallecimiento. Además, falicitaría que los familiares con escrúpulos morales o religiosos dieran su consentimiento para que la medicina explorara el interior de sus seres queridos difuntos.
Un equipo de científicos del Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Berna (Suiza) ha combinado una serie de métodos de análisis médicos para crear la novedosa técnica de autopsia virtual.
Más que una técnica en si misma, la autopsia virtual consiste de un conjunto de técnicas tradicionalmente utilizadas en la diagnosis médica. Su base principal es la tomografía computadorizada y la resonancia magnética. La tomografía proporciona una imagen general del cuerpo y sus patologías, mientras que la resonancia puede proporcionar información más detallada acerca de regiones y órganos específicos. En ambos casos, el procesamiento informático de las imágenes obtenidas, como por ejemplo filtración y clasificación de datos, aumenta el poder diagnóstico de las imágenes y abre las puertas para que los procesos de interpretación se automaticen.
Según cada caso, se utilizan otras técnicas adicionales. Así, para las heridas de bala, se utiliza una técnica denominada escaneado de superficie en tres dimensiones, originalmente utilizada por la industria automovilística, en la cual el modelo resultante se compara con simulaciones de heridas provocadas por diversos tipos de armas. Por último, la hora de la muerte se determina con la ayuda de la espectroscopia de resonancia magnética, que mide substancias que se originan en el cerebro después de ocurrida la muerte.
Además la utilización de estas técnicas de imagen digital facilita la construcción de modelos de visualización de los casos, resultando útil para la elaboración de informes judiciales, para la enseñanza o para la consulta de expertos a distancia, a través de la telemedicina.
El equipo suizo, después de tres años y más de 75 autopsias realizadas utilizando esta técnica de forma simultánea con la autopsia tradicional, concluye que los resultados son suficientemente interesantes como para introducir el concepto dentro de la ciencia de la medicina forense. Particularmente, las técnicas radiológicas han resultado superiores para revelar las causas de determinados traumas en el cráneo, esqueleto o tejido. Por otro lado, se trata de una técnica en la actualidad bastante cara y que demandará por lo menos 15 años para ser completamente aceptada.
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