domingo, 14 de septiembre de 2014

¿Por qué las huellas dactilares son únicas?


Conocer la identidad de las personas se ha convertido en un asunto imprescindible. La biometría, por ejemplo, se usa para identificarnos como individuos únicos al analizar características visibles, como la cara, el iris o el patrón vascular de las manos. Las huellas dactilares han ganado popularidad por la sencillez con que se consiguen y porque no cambian con el paso del tiempo.
“Son los relieves cutáneos que dan forma a los dermatoglifos, es decir, las líneas dermopapilares que forman esquemas o dibujos únicos”, dice la doctora Lorena Valencia, jefa de la unidad de investigación en la Licenciatura de Ciencias Forenses de la UNAM.
Aparecen a partir de los tres meses de vida intrauterina y permanecen después de la muerte. Todos los humanos compartimos 99.9% de nuestro genoma, lo cual deja una diferencia de 0.1% que nos hace únicos.
Se cree que este mínimo porcentaje y la influencia del ambiente en el que crecemos determinan el patrón de las huellas dactilares. Pero, señala Valencia, aún “se desconocen los factores precisos que influyen durante la formación de las huellas”.

¿Por qué los bebés nacen con una mancha?
Es una marca cutánea benigna, de nacimiento, que no se asocia con ninguna enfermedad. De color azulado, verdoso o gris, con formas variadas y bordes difusos, se localiza principalmente en la espalda, glúteos y hombros. Tiende a desaparecer en la infancia. “La mancha mongólica no requiere de ningún tratamiento y no se presentan complicaciones”, asegura la doctora Alessandra Carnevale, miembro del Consejo Mexicano de Genética. Su nombre oficial es melanocitosis dérmica congénita; el mote de mancha mongólica es porque se presenta más en personas de origen asiático, seguido de africanos, nativos americanos y, rara vez, en europeos.

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