domingo, 14 de septiembre de 2014

¿Qué información contiene tu cabello?


Científicamente, los pelos se definen como formaciones epidérmicas cornificadas y elásticas que se sitúan en folículos pilotos de todo el organismo. En otras palabras, son continuaciones de la piel, formadas en 90% por un polímero natural llamado queratina. "Son producto de un aumento en el número de células epiteliales queratinizadas muertas, por eso comúnmente se les identifica como un desecho del cuerpo", explica María Teresa Menéndez.
Tienen muchas funciones, entre ellas regular la temperatura o protegernos del medio ambiente. Aunque tenemos vello en todo el cuerpo, el cabello es el más abundante.
Cada uno de los pelos aporta mucha información; proporciona un perfil y un panorama de la salud de un individuo y de su estado nutricional. Asimismo, permite conocer el sexo de la persona y estima su edad, datos que pueden ser muy útiles, sobre todo cuando se trata de identificar un cadáver.
También puede ayudar a localizar al culpable de un hecho delictivo, porque de un solo cabello se puede extraer ADN. En este caso, debe ser uno que tenga raíz, porque ahí es posible encontrar células epiteliales, las cuales proporcionan información del ácido desoxirribonucleico.
En promedio, el cabello crece un centímetro o un centímetro y medio al mes, depende del estado de salud de la persona y de su tipo de alimentación.
Si alguien era carnívoro y ahora es vegetariano —y no se ha cortado el cabello durante algunos meses—, se puede encontrar información distinta a lo largo de cada cabello. En la punta habrá, por ejemplo, elementos indica- dores de una dieta carnívora, como el cinc y el hierro. Y muy cerca de la raíz encontrará elementos químicos como el estroncio, el manganeso y el magnesio.
En otros casos, se puede conocer cómo una persona ha ido dejando o aumentado el consumo de drogas. "Puedes reconstruir la vida de una persona, en el tiempo, con el cabello", asegura María Teresa Menéndez Taboada.
El cabello tiene una ventaja: la información que lleva ahí no va. El suyo es un proceso irreversible. Puede haber contaminantes externos, pero al lavarlo se desechan para que siga teniendo la concentración de elementos químicos originales del cuerpo del individuo.
Es un tejido que puede perdurar siglos porque es pobre en agua. Está conforma- do por 90% de queratina y 10% de agua. Eso lo hace muy resistente; más que los huesos. Por eso es muy importante —sobre todo en contextos arqueológicos o forenses— preservar las muestras de cabello, las cuales son fáciles de recolectar, de transportar y de conservar.
Con técnicas como la microscopía electrónica de barrido, que puede aumentar hasta 250,000 veces el cabello, se mide en milímetros o micrones el diámetro de un solo cabello. Con esta información se puede estimar la edad.
La razón es que conforme crecemos nuestros cabellos van aumentando de grosor. Después, en la etapa adulta, vuelven a hacerse más finos y presentan pérdida de melanina; entonces, el pelo se torna grisáceo y presenta algunas características que indican que se trata de una persona mayor.

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