jueves, 30 de julio de 2015

Aplicación de la datación por carbono 14 a Restos Humanos


Los arqueólogos han utilizado durante mucho tiempo la técnica de carbono-14 (también conocida como la datación por radiocarbono) para estimar la edad de ciertos restos orgánicos. el radiocarbono tradicional se aplica a los restos orgánicos de entre 500 y 50,000 años o explota el hecho de que pequeñas cantidades de carbono radiactivo se encuentran en el medio ambiente natural. Ahora, nuevas aplicaciones de la técnica están surgiendo en la medicina forense, gracias a una investigación financiada por NIJ y otras organizaciones. En los últimos años, los científicos forenses han comenzado a aplicar datación por carbono 14 en casos donde las fuerzas del orden esperan averiguar la edad de un esqueleto o de otros restos humanos no identificados.

El nuevo método se basa en el hecho de que en los últimos 60 años, los niveles ambientales de radiocarbono han perturbado significativamente por episodios de pruebas de armas nucleares a la tierra antes de mediados del siglo 20. Antes de la era nuclear, la cantidad de radiocarbono en el entorno variaba poco en el lapso de un siglo. Por el contrario, desde 1955 hasta 1963, los niveles de radiocarbono atmosférico casi se duplicaron. Desde entonces han estado de regreso hacia los niveles naturales. Durante las últimas seis décadas, la cantidad de radiocarbono en las personas o de sus restos depende en gran medida de cuando nacieron o, más precisamente, cuando se formaron sus tejidos.

Los antropólogos forenses de la Universidad de Arizona se aprovecharon de este hecho, en un estudio reciente financiado por NIJ. Los investigadores querían saber si podían identificar el año de nacimiento o el año de la muerte de una persona mediante mediciones precisas de los niveles de carbono-14 en diferentes tejidos post-mortem. Midieron-14 niveles de carbono en diversos tejidos de 36 seres humanos cuyas fechas de nacimiento y muerte eran conocidos.

Para determinar el año de nacimiento, los investigadores se centraron en el esmalte dental. Los dientes permanentes se forman a intervalos conocidos durante la infancia. Los investigadores encontraron que si se asume el contenido de radiocarbono que será determinado por el nivel de la atmósfera en el momento en que se formó el diente, entonces se podría deducir el año de nacimiento. Ellos encontraron que en los dientes formados a partir de 1965, el contenido de radiocarbono en el esmalte predijo año de nacimiento. Niveles de radiocarbono en los dientes formados antes de esa fecha contenían menos de radiocarbono de lo esperado, por lo que cuando se aplica a los dientes formados durante ese período, el método era menos preciso.

Para determinar el año de la muerte, los investigadores utilizaron los niveles de radiocarbono en los tejidos blandos. A diferencia de esmalte de los dientes, están constantemente regenerándose durante la vida. Por lo tanto, sus niveles de radiocarbono son similares a los de los cambios del entorno. Los investigadores encontraron que ciertos tejidos blandos - en particular la sangre, uñas y cabello - tenían niveles de radiocarbono idénticas a la atmósfera contemporánea. Por lo tanto, el nivel de radiocarbono en los tejidos post-mortem podría indicar el año de la muerte. Los investigadores encontraron que las determinaciones sobre las uñas tenían una precisión de tres años.

La conservación post-mortem generalmente pobre de los tejidos blandos sería un factor limitante a este enfoque. Sin embargo, los investigadores sugieren que el contenido de radiocarbono de los tejidos blandos se transferiría a pupas de insectos cuyas larvas se alimentan de estos tejidos. Estos insectos son simplemente un eslabón más en la cadena alimentaria. Por lo tanto, el contenido de radiocarbono en las pupas o larvas serviría como un aproximado de el año de la muerte.

El aumento en la atmósfera de carbono-14 durante la década de 1950 y comienzos de 1960 hace que este enfoque sea posible, pero también significa que tendrá un período limitado de utilidad debido a que la cantidad de carbono-14 en la atmósfera está volviendo lentamente a su nivel natural. Salvo cualquier detonación nuclear futura, este método debería seguir siendo útil para estimar el año-de-nacimiento para las personas nacidas durante los próximos 10 o 20 años. Se esperaría que todos los nacidos después de eso tengan el mismo nivel de carbono-14 que prevalecía antes de la era de pruebas nucleares.

Todas las personas cuyos tejidos se pusieron a prueba para el estudio eran residentes de los Estados Unidos. La dispersión atmosférica tiende a crear niveles uniformes de carbono-14 en todo el mundo, y los investigadores creen que éstas se reflejan en los tejidos humanos, independientemente de su ubicación. Sin embargo, se necesitan más pruebas para confirmar esta teoría.

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