domingo, 12 de enero de 2014

EL FUTURO PARA LA COLECCIÓN Y CONSERVACIÓN DE MUESTRAS PARA ANÁLISIS GENÉTICOS.



Hoy por hoy el archivo de huellas genéticas en Francia solamente contiene el perfil de las personas sentenciadas, pero piensan extenderlos a los sospechosos y acusados, inspirándose en el modelo anglosajón. 

En el plano técnico, la elaboración de este archivo ha planteado numerosos problemas, especialmente en lo relativo a la conservación de las muestras, que por ley deben guardarse cuarenta años. Los trabajos de A. J. Jeffreys datan apenas de 1985, por consiguiente no se posee suficiente distancia de tiempo como para saber con certeza cómo conservar la huella genética durante cerca de medio siglo sin que se degrade.

Como el caso de cualquier muestra biológica, evidentemente en lo primero que se piensa es en la conservación por congelación (-86ºC). Esta técnica es compleja y costosa aplicable únicamente a muestras ya colectadas, porque en 2001 Francia decidió adoptar la tecnología FTA (Finders Technologies Associates), elaborada por un equipo de investigadores Australianos, y que consiste en la elaboración de un “secante químico” que permite tomar y luego conservar el ADN a temperatura ambiente, pero el fabricante declara que garantiza su uso hasta los catorce años después de haber colectado la muestra.

La identificación de un individuo a través de su perfil de ADN debe vencer varios inconvenientes; dos de ellos, evitar la contaminación de la muestra con ADN exógeno y el tiempo prolongado en el ensayo. La utilización de Chips de ADN logrará eliminar los inconvenientes que acabamos de citar. Sirven para identificar la presencia y la expresión de genes en cualquier muestra biológica. Se trata de laminillas de vidrio de unos centímetros o milímetros cuadrados con minúsculas cavidades que forman depósitos. Se colocan las muestras de ADN amplificando por la PCR. Gracias al tratamiento microscópico e informático el chip de ADN es capaz de reconocer a continuación la presencia de genes en la muestra.  Las moléculas de ADN de este último están desnaturalizadas, de suerte que se depositan en el chip en forma de simples partículas, que buscarán espontáneamente sus partículas complementarias en las cavidades. Una lectura con láser permite al técnico controlar la fluorescencia emitida por las reacciones moleculares, por ende certificar la presencia de tal o cual gen, gracias a los complejos programas de lectura de bioinformática. Así existen ya en el mercado Chips capaces de identificar miles de genes diferentes so
bre la superficie de unos pocos milímetros cuadrados. En el plano práctico, la obtención de resultados es mucho más rápida: “Menos de media hora” con los chips, en tanto que con los métodos tradicionales  se obtienen los resultados en por lo menos tres días.

No cabe la menor duda de que el empleo de chips se generalizará en el futuro para los análisis de ADN en la escena del crimen. Por lo demás, los chips de laboratorio se están comercializando actualmente. Los mercados son muchos; El laboratorio de bioterrorismo ha llamado mucho la atención de los policías franceses ya que permite una detección rápida de agentes infecciosos, como el Bacillus ántrax o el virus de la viruela.

Ante semejante miniaturalización (nanotecnología), hay quienes aventuran la comparación con la invención del circuito integrado, que hizo caber una sala de cálculo de los años sesenta en una sencilla calculadora. 

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